Los cuatro mundos de la cábala
La Cábala, también llamada Kabbalah o Kabala, es una sabiduría universal que busca descubrir la información que pueda haber secreta y escondida en nuestra vida. Tiene un aspecto místico y simbólico que se ha ido transmitiendo de generación en generación, desde sus inicios como herramienta para interpretar el antiguo testamento hasta nuestros días.
Ese misticismo que envuelve a la Cábala hace que comprender sus líneas y sus ideas principales resulte a veces complejo. Los cuatro mundos de la Kabala, los 22 arcanos mayores del Tarot, las tres barreras del árbol de la vida… son muchos los conceptos relacionados con la Cábala y el árbol de la vida. ¿Qué relación hay entre la Cábala y los cuatro mundos? ¿Cómo se relacionan esos cuatro mundos con el árbol de la vida? En esta noticia trataremos de dar respuesta a todas estas cuestiones.
¿Qué son los cuatro mundos de la Kabbalah?
Los cuatro mundos de la Cábala, relacionados con el árbol de la vida, hacen referencia a cuatro grupos o niveles sobre los que está construida nuestra propia creación. Sería algo así como cuatro niveles que conforman nuestro propio “yo”. Cada uno de ellos es parte de nosotros, de lo que somos y de lo que seremos. Los cuatro mundos de la Kabala se utilizan en el árbol de la vida para representar nuestras raíces, sentimientos, pensamientos y naturaleza interna.
¿Cuáles son los cuatro mundos del árbol de la vida?
Los mundos del árbol de la vida son: el mundo de la emanación, el de la creación, la formación y la acción. El árbol de la vida se puede dividir en estos cuatro planos o mundos de ahí cómo se relacionan con la sabiduría universal.
Cada mundo se encuentra en un nivel dentro del árbol de la vida, situándose el primero en la cima y el cuarto en la base. Estos niveles hacen un recorrido entre el mundo físico y el divino o espiritual de forma ascendente y descendente, para mostrar las energías de todo. A continuación te explicamos de forma más detallada qué significa cada uno de ellos.
El mundo de la emanación: Atzilut
El primero es el plano de la emanación, llamado también “Atzilut” y pronunciado en hebreo como “Olam ha-atzilut”. Se trata del mundo que corona la cima del árbol de la vida, es su viga superior. Está formado por las sefirot Keter, Jokmah y Binah.
Atzilut nos evoca ese sentimiento interior de felicidad que nos producen nuestras raíces más profundas. Esas raíces muchas veces no son las más obvias, como nuestra familia o lugar de nacimiento, en ocasiones evocan otros lugares en los que nos sentimos plenamente felices de estar. Lugares o personas que nos producen una vibración especial. Unas raíces a partir de las cuales se irán formando los otros mundos o planos.
El mundo de la creación: Briah
El segundo es el de la creación, llamado también “Briah” y pronunciado en hebreo como “Olam ha-briah”. Se trata de un plano que está en el eje central del árbol de la vida y es gobernado por las energías de niveles superiores. Fue formado por las sefirot Jesed, Gevurah y Tiferet.
Briah se corresponde con nuestra ética y código moral, con la capacidad para seguir nuestros impulsos y nuestro corazón. Guarda también cierto sentimiento de superioridad, que se debe a una falta de ecuanimidad total. Rechazando a aquellos que no se comportan bajo nuestro código moral. Esta ética es la que va construyendo nuestro “yo” interior.
El mundo de la formación: Yetzirath
El tercer mundo es el llamado Yetrizath, el de la formación. En hebreo se pronuncia “Olam ha-yetzirath”. Se manifiesta sobre todo por el ánimo y el aplomo. Este tercer plano está formado por Netzaj, Hod y Yesod.
Yetzirath es el plano de la formación porque en él se forma nuestro cuerpo. Se produce una lucha entre nuestros sentimientos y emociones para dar lugar a nuestra personalidad, marcada por el temple y la serenidad. En este mundo se producen nuestras fantasías, toman forma nuestros delirios de grandeza y se produce un choque con la realidad cuando los caminos nos llevan en otra dirección. Es lo que queremos ser frente a lo que somos.
El mundo de la acción: Assiyah
En último lugar se encuentra “Assiyah”, pronunciado en hebreo como “Olam ha-assiyah” . Se encuentra en la base del árbol de la vida. Este último plano está gobernado por el Chakra mundano. Fue creado por la décima séfira Maljut.
En Assiyah se representa todo lo relativo a la supervivencia. Lo que realizamos para vivir: las obligaciones, el trabajo, los sufrimientos, las responsabilidades… pero también las diversiones y oportunidades que tenemos. Los budistas llaman a este mundo “Samsara” e incluyen en él a toda la humanidad, todos los animales y a todo el mundo vegetal, así como las relaciones que se dan entre sí.
¿Cómo pueden ayudarnos los cuatro mundos de la Cábala?
Los cuatro mundos de la Kabala pueden ayudarnos ofreciéndonos una guía de acción sobre nuestro futuro. Nos muestran esas semillas que hemos ido plantando en el pasado y que se reflejarán en el futuro. Gracias a su estudio y comprensión podemos empezar a tomar las riendas de nuestra vida de una forma consciente y plena, para poder cambiar nuestro futuro.
Esperamos que con esta noticia hayas podido resolver algunas dudas y ampliado tus conocimientos sobre el mundo de la Kabbalah. Recuerda que si quieres seguir aprendiendo sobre la sabiduría universal de la Cábala puedes leer alguno de los libros de Marta Looz, que ha escrito a lo largo de su carrera. Más concretamente el libro “Cábala y Budismo” cuenta con una explicación sencilla y cercana sobre los cuatro mundos de la Kabala.
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Intérprete de el "árbol de la vida personal" y profesora de cábala hebrea, profesora de yoga tibetano y el arte de la espada.
Ha conseguido unir las formas del Yoga para trabajar el cuerpo y calmar la mente, con la sabiduría de la Kabbalah y la comprensión de uno mismo.
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